En mi habitación, esperando a Edward

Fui a cambiar de ropa a casa, pero no demore demasiado. Volví a casa de Bella y como la ventana que da a su habitación estaba abierta, entré por esta. La encontré leyendo algo.

- Espero no estes leyendo aquel libro que siempre lees..

Me senté a su lado en la cama y la observe por varios segundos en silencio. - Entonces?

Hice una mueca. - Piensas en lo de la boda... No será tan malo.

Me sorprendí mucho al escuchar que le gustaba la idea, pero sonreí. El hecho de pensar de que ibamos a estar juntos por el resto de la eternidad, me hacía feliz.

- Me alegra escuchar eso, siempre pensé que la idea del matrimonio te causa nervios.

- Ya verás que todo saldrá bien. No hay de que preocuparnos y así podrás tener lo que deseas. - le aseguré. - Pero tienes que dormir un poco, mañana hay clases.

- Eso no está en discución. Tienes que ir, es por tu bien. Ya sabes que tampoco me gusta ir, sin embargo ahí estoy.

Nos acomodamos en la cama para que pudiera dormir. La abrazé, pesé a que sabía que tendría algo de frío después.

- Descansa.

Le doy un beso y comienzo a tararear una canción, esperando que duerma pronto.

- Buen día, ya me estaba preguntando si iriamos a clase o no. Cómo dormiste? - preguntó mientras juego con su cabello.

- Estaríamos juntos si vamos también, pero si no quieres ir... Nos quedaremos. - le digo sonriente. - Lo primero entonces será que desayunes.

Asientó y me quedó en el cuarto. Pongo mis manos bajo mi cabeza y miró el techo. Pensativo.

Levantó la mirada al escuchar la voz de Bella y le sonrió. - En tonterías... Nada importante. - le digo mientras paso mi mano por su rostro.