Recolectando flores

Aburrido de la cotidianidad de Forks, me aventuré a donde me llevará el instinto. No necesitaba que me dijeran donde estaba, el olor a licántropos era bastante fuerte, pero no me importaba.
Dejudé estar en el bosque, debido a la enorme cantidad de arboles y animales que podía percibir. No estaba solo, cerca de ahí había otro vampiro. Caminé un poco más de cerca para ver de quién se trataba. Era una vampira recolectando flores. Algo raro.

Supusé que no había sido muy apropiado quedarme espiando por la reacción de la vampira y su forma defensiva. No quería causar problemas, así que salí de mi "escondite" para poder darme a conocer.

- Calma, no pienso hacerte nada. - dije con demasiada tranquilidad.

No estaba muy acostumbrado a actuar frente a mi especie, pasaba más tiempo con los humanos que ya me era fácil. Así que esperaba no ser inoportuno o algo parecido.

- Buenas tardes, simplemente paseaba sin rumbo fijo. Espero no molestarle. -

Incliné la cabeza a modo de asentimiento. Destensé mi sonrisa un poco más y di un paso hacía el vampiro desconocido.
- No hay problema- respondí- Perdona mi reacción exagerada, no todos en el bosque son buenos. - Pasé las flores a un solo brazo y extendí la mano hacía él.
- Mucho gusto. Mi nombre es Ivy. ¿El tuyo?
Parecía rara la confianza, pero entre vampiros era más fácil comunicarse entre sí para la mayoría de nosotros.

El ambiente dejo de ser tenso de momento y sonreí entonces. Podía sentir que su aura era buena.

- Descuida, entiendo a lo que te refieres. - estreché su mano para saludarle. - Mi nombre es Kyle, un placer. -

- Me alegra conocerte, Kyle- dije y luego bajé la mano. Había olvidado por completo las flores hasta que una mirada de él me las recordó.
Mi sonrisa se hizo un poco avergonzada.
- Uno de mis viejos pasatiempos humanos. Pero...- le eché una ojeada a su aspecto, dubitativa.
- ¿Te importaría mucho... ayudarme?- le pregunté con un poco de timidez.