En el claro junto a Edward.

Llegamos al lugar, como siempre se respiraba tranquilidad ahí. La bajé con cuidado.

- Ya eres una experta en estos viajes. - dije y me tumbé en el pasto.

Una vez que estabamos acostados y viendo las nubes le dije, - Y ya has pensado bien lo del trato?

- Me gustaría saberla cuanto antes. - le dije sonriendole y sin apartar mi vista de la suya.

- Claro. - dije sentandome un poco. - No puede ser tan malo...

Sonreí pues todo iba de acuerdo a el trato que habíamos iniciado hace un tiempo.

- Esa condición.... Qué es? - pregunté levantando una ceja.

Levante la ceja aún más, no teniendo idea de que era lo que quería decirme.

- Bella, dime. Sabes que odio no poder saber lo que piensas... no me tortures y dímelo.

Creo que al escuchar sus palabras, deje de respirar. Ví ruborizarse a Bella y suspiré.

- Bella... es muy arriesgado.... lo sabes. No quiero hacerte daño.

- Sabía que la condición no me agradaría... - refunfuñé. - Quizá podamos intentarlo después de la boda.

- Lo prometo. - respondí y me forzé a tranquilizarme. Luego tome su mano y comenzé a jugar con sus dedos. - Entonces... trato hecho. Nos casaremos.

- Tendré que hablar con Alice, le hace mucha ilusión poder planear todo esto. - le dije. - Espero que no te moleste... -

- Exigente? - dije riendo. - Pues podemos hablar con ella cuanto antes, te parece? No quiero estimarte una fecha, ella es la experta en todo esto. -

- No lo dudes, la ví algo sospechosa en la mañana. Le hará mucho ilusión, igual que a Esme. - comenté. - Y a quién le dirás primero, a Charlie o a Reneé? -